Eficiencia energética en el hogar: claves para ahorrar
El principal motivo que tenemos para ahorrar luz en casa es conseguir una disminución en nuestros recibos mensuales. Pero no es el único; conseguir una eficiencia energética hará que ahorremos, sí, pero también es un beneficio para nuestro medioambiente, ya que disminuiremos la emisión de gases, cuidando nuestro entorno. Al mismo tiempo, ayudaremos a conseguir la autosuficiencia energética de nuestro país. Son todas buenas razones, ¿verdad?, pero ¿cómo podemos hacerlo?
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Mil y un consejos para ahorrar luz en casa
Conseguir ahorrar luz en casa no necesariamente pasa por no encender nuestras luces ni usar nuestros aparatos eléctricos. Hay numerosos consejos que podemos seguir para obtener importantes ahorros sin perder confort ni comodidad en nuestros hogares. Veamos algunos de ellos.
Aprovechar la luz natural es la clave de la eficiencia energética
Afortunadamente, nuestro país dispone de muchas horas de sol a lo largo del año. ¿Por qué encender las luces si podemos aprovechar la luz solar? Con esto se consigue ahorrar energía en casa, y no solo por dejar de emplear la luz eléctrica, también en invierno podemos aprovechar para captar el calor del sol y emplear menos nuestros sistemas de climatización.
Usar los interruptores
Se estima que un 20 % del gasto energético en un hogar corresponde a sus luces. Hay mucha gente que cree que apagar y encender un interruptor gasta mucha más energía que si se dejan encendidas, ¡y nada más lejos de la realidad!; apagar las luces que no necesitamos conlleva un importante ahorro energético.
Al cocinar, tapar los útiles de cocina
Si tapamos nuestras ollas o sartenes al cocinar, aprovecharemos todo el calor generado, y no será necesario emplear más electricidad para preparar nuestros alimentos. Al mismo tiempo, si dejamos que los vapores inunden una cocina, tendremos que usar los sistemas de extracción, por lo que es otro gasto innecesario de electricidad. Por cierto, otro consejo muy bueno para ahorrar cocinando es el de apagar el horno unos 5 o 10 minutos antes de sacar el asado, con el calor residual existente es suficiente para que se acabe de preparar.
Mantener una temperatura de climatización adecuada
Está demostrado que mantener un grado por encima o por debajo de nuestras necesidades implica un 8 % más en gasto energético. Las temperaturas de confort suelen ser de 20 a 23 grados en invierno y de 22 a 25 en verano. A mucha gente le gusta tener la casa muy caliente en invierno, pero ¿merece la pena estar en manga corta y pagar más en los recibos? La mejor forma de controlar la temperatura en nuestro hogar es mediante un termostato digital; facilita el confort y optimiza el consumo energético.
Aislar la vivienda, la mejor forma de conseguir ahorrar energía en casa
Una de las mejores maneras de ahorrar luz en casa es utilizar menos los equipos de climatización. Si nuestro hogar no tiene fugas ni corrientes, y al mismo tiempo está asilado de la temperatura exterior, más fácil será de mantener las condiciones de confort interior y menos usaremos la calefacción y el aire acondicionado. Sí, es cierto que unas obras de aislamiento implican un coste inicial, pero esto se amortiza rápidamente disminuyendo los recibos de la luz y, al mismo tiempo, pueden conseguirse ayudas y subvenciones de instituciones públicas para realizar las obras.
Hacer un buen uso de los electrodomésticos
Hay mucha gente que invierte en las últimas tecnologías en electrodomésticos; un frigorífico nofrost, hornos con multitud de funciones autolimpiables… Todo eso está muy bien, pero además, debemos cerciorarnos de que tengan la máxima calidad energética y, sobre todo, de realizar sus mantenimientos correctamente. Limpiar el serpentín de la nevera, los filtros del aire acondicionado o retirar el polvo de los ventiladores cada cierto tiempo, ahorra energía.
Eficiencia energética desde cero: cómo una reforma del sistema eléctrico puede optimizar nuestro gasto de luz
La reforma del sistema eléctrico de una casa conlleva una inversión inicial previa que es rápidamente amortizable por el aumento de la eficiencia energética y el consiguiente ahorro en los recibos de la luz. La razón es que se obtiene una mejora en el consumo de los aparatos eléctricos y de la instalación.
¿Por qué se produce esto? Por muchos motivos, en primer lugar porque se optimiza la potencia contratada (un porcentaje muy alto de hogares españoles tienen mayor potencia de la necesaria, por lo que se paga más electricidad), en segundo lugar porque se cambian aquellos elementos que se han quedado obsoletos por otros que se adaptan a la legislación vigente y que tienen menor gasto energético (por ejemplo bombillas led) y, por último, porque se realizan estudios eléctricos donde se optimiza el consumo del hogar en función de su extensión, puntos de luz, enchufes, etc.
Lo mejor es consultar a los profesionales y dejarte asesorar sobre cómo una reforma puede mejorar tu consumo de luz.
Sí, no hemos llegado a los mil consejos para ahorrar luz en casa que titulábamos en nuestro artículo, pero es que hay muchos y cada uno tiene sus trucos. Podemos evitar dejar abierto el frigorífico y la nevera, planchar la ropa de una sola vez, no dejar nuestros aparatos eléctricos en stand by, lavar con agua fría, tomar duchas breves, elegir una buena tarifa de luz, no tender la ropa en el interior de casa y mucho menos dejarla en los radiadores… ¡Seguro que se te ocurren muchas más!